sábado, 16 de noviembre de 2024

CONFERENCIA SOBRE HISTORIA DEL MOVIMIENTO OBRERO EN CAMPANA.

 




La tardecita calurosa del día Viernes 15 de Noviembre encontró a varios jóvenes estudiantes, trabajadores y docentes en torno a la valorización del pasado y la historia social de la comunidad. En este caso en la vecina Ciudad de Campana, en la Sede del SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos) Seccional Campana, en calle Becerra.

A partir de la iniciativa elaborada por parte del Profesor de Historia Andrés Suardini, conjuntamente con Juan Cruz Fernández. Deportista, atleta y aficionado a la divulgación cultural de los sectores populares en la localidad.


La Historia y el acontecer del Movimiento Obrero de Campana. Las primeras Huelgas y movilizaciones de fines del Siglo XIX y principios del XX en la Ciudad. En contraste con una narrativa hegemónica que pondera rasgos de un supuesto desarrollo económico para el país durante el período agroexportador, ambos vecinos, a través de diferentes recursos y medios compartieron con el público los episodios mas importantes de los inicios de la organización obrera en Campana.



Las Huelgas Ferroviarias de 1887 y 1896, la de estibadores de 1902, la Ley de Residencia, la Semana Trágica y sus consecuencias en 1919 en Campana, la lucha sindical por la conquista de las ocho horas de jornal, la supresión del trabajo infantil y la conformación de un mundo socialmente mas justo por parte de los trabajadores fue el contenido principal de lo expuesto por el Prof. Suardini y Fernández en este sentido.

Los diversos movimientos de representación política y social del movimiento obrero en su etapa temprana, como el socialismo, el anarquismo, el sindicalismo civil tuvieron su lugar en la narrativa expuesta a través de la vida social en los primeros locales que se crearon en Campana. La represión del estado local y nacional, como así también las primeras conquistas logradas en etapas previas al peronismo integraron el bloque temático en cuestión. La gran mayoría del acervo y del material expuesto forman parte de fotografías, documentos y fuentes recopiladas por Fernández y Suardini en forma independiente ante la necesidad de conservar los testimonios del pasado contemporáneo local.



El Paro General como instrumento político del sector trabajador también fue parte de la centralidad enunciada en el día de ayer. En momentos en que el país y la localidad atraviesan una seria y grave crisis de representación social y política, los allí presentes suscribieron que el movimiento obrero es uno de los sectores de la comunidad que aún mantiene un gran volumen de intervención en las bases para un país democrático, digno y en el que a nadie le falte el pan, el techo y el trabajo.

Estuvieron presentes Cuerpo de Comisión Interna de SOMU Seccional Campana, y Sindicato de Trabajadores Petroleros de Campana, cuerpo de delegados, Centro de Estudiantes del Instituto N° 15, titulares y referentes de la carrera del Profesorado de Historia del Instituto N° 15 de Campana, trabajadores jubilados metalúrgicos y miembros de organismos de derechos humanos de la región.

La actividad también contó con el apoyo y acompañamiento de la CGT Regional Zárate-Campana. Los organizadores también reconocieron el apoyo y la colaboración de los Sindicatos de ASIMRA, Familia Bougnet, Camioneros, ATE Zárate y Agrupación "13 de Diciembre".


Desde EL CIUDADANO valoramos necesariamente estos encuentros en el seno de la sociedad civil y la comunidad en forma organizada, en defensa de la Democracia y los Derechos y la Cultura de la Población.

jueves, 14 de noviembre de 2024

La trampa de los libros de Sileoni

 Por Juan Grabois

El Diario.Es








 

Villarruel cuestiona la literatura escolar como estrategia para posicionarse en el nacionalismo conservador, usando tácticas de manipulación emocional para ganar apoyo popular. La derecha explota el impacto de temas polémicos, mientras el progresismo queda atrapado en defensas técnicas. La justicia social se recupera con acciones sinceras y menos retórica.


Los que amamos la literatura tuvimos que escuchar esta semana cómo la vicepresidenta Villarruel ponía en cuestión su valor pedagógico por una escena extrapolada de un texto que no tuve el gusto de leer. En ese contexto, se cuestionan otras obras, algunas de ellas magistrales, como Las Primas de Alicia Venturini, que fueron adquiridas para abastecer las bibliotecas escolares.  


Villarruel no es una mamá enojada con los libros escolares. Es una política astuta y advenediza que está intentando posicionarse como referente del nacionalismo conservador frente a una eventual crisis del anarcocapitalismo de Milei. Su base de apoyo son los restos rancios del partido militar junto a pequeños círculos del peronismo lopezreguiano, pero coquetea con gobernadores y dirigentes de nuestro campo político. Es, además, el plan b del sistema. No hay que subestimar a la segunda en la línea de sucesión.


Villarruel no es una mamá enojada con los libros escolares. Es una política astuta y advenediza que está intentando posicionarse como referente del nacionalismo conservador frente a una eventual crisis del anarcocapitalismo de Milei


Como muchos otros falsearios, Villarruel observa atentamente lo que funciona en el norte imperial para copiarlo en el sur colonial. Extrapolar párrafos en textos escolares para mostrar la literatura como propaganda porno-comunista que convierte a los niños en transexuales es una falacia potente que, bien administrada, puede ser eficaz en amplios sectores de la población.


Sea un clásico de la literatura universal o una obra de mérito artístico discutible, si el advenedizo logra visualizar medio párrafo con contenido perturbador genera un impacto emocional inmediato en los padres que produce indignación y rechazo. Los progresistas, al intentar defender la necesidad de una educación inclusiva o la visibilidad de temas de diversidad, se enredan en un debate técnico y explicativo.  


La derecha no tiene que demostrar nada, solo seguir repitiendo la narrativa de “protección a la infancia”. El progresismo —uso la palabra sin connotación peyorativa— queda atrapado en un rol que les obliga a justificar algo que el público ya ha interpretado como moralmente dudoso, lo cual los desconecta —por buenas que sean sus intenciones o verídicos sus argumentos— del apoyo popular en temas más amplios de justicia social, equidad e inclusión. El resultado es una derrota política que no se siente porque, en su cámara de eco, resuena una reafirmación de su propio sesgo.  


Hasta ahí estaríamos frente a un caso de desplazamiento del campo discursivo, ya de por sí difícil de enfrentar, que se agrava cuando a los sofismas derechistas se suma la hipocresía del propio campo político. Esto sucede cuando una serie de modismos políticamente correctos luego no se verifican en la moralidad predominante en nuestro campo. Me refiero a los abanderados de la cuestión de género que luego practican la violencia contra las mujeres, a los adalides de la inclusión social que después maltratan a los trabajadores, a los defensores de pueblos originarios que nunca pisaron una comunidad indígena, a los promotores de la legalización de las drogas que piensan más en su propio estilo de vida que en las necesidades sociales, predicadores de la justicia social que navegan en prostibularios yates de lujo, etcétera.  


Desde luego, no me estoy refiriendo al ministro Sileoni ni al gobernador Kicillof, a quienes tengo en alta estima. Se trata de un fenómeno internacional que hay que comprender. Es una trampa bien urdida. Desacreditar las ideas generales extrapolando situaciones particulares, cargándolas de un contenido emotivo que toca las fibras de los sectores populares, secuestrando el apoyo de la clase trabajadora, explotando las vulnerabilidades del campo popular. 


Cuando Villarruel sale a posar como agente de un grupo policial de élite, muchos de nosotros podemos ver a una señora ridícula imitando a un actriz de Brigada Cola; muchos compatriotas, en cambio, ven a una mujer de armas tomar dispuesta a defender su derecho a la seguridad. Cuando muchos de nosotros vemos su fotomontaje en McDonald's sentimos vergüenza ajena por la burda imitación que hace de una reciente actividad proselitista en la que Donald Trump hizo exactamente lo mismo. Sin embargo, mucha gente ve a una señora apoyando a los asalariados de bajos ingresos y disfrutando la comida que es tal vez el único gusto que se da una familia humilde en el mes.  


Extrapolar párrafos en textos escolares para mostrar la literatura como propaganda porno-comunista que convierte a los niños en transexuales es una falacia potente que, bien administrada, puede ser eficaz en amplios sectores de la población


Desde luego, para Villarruel no es una cuestión de convicciones sino de marketing político. Ninguno de los cultores del neoconservadurismo son “gente común” que viven apegada a las viejas y buenas tradiciones morales de la familia nuclear; que está dispuesta a defenderlas con las armas largas de la patria, la comunidad y las buenas costumbres. Los neoconservadores suelen ser actores que representan un papel al servicio de intereses bien concretos que pueden, sin escrúpulo alguno ni necesidad de argumentar nada, asociarse con cualquiera que defienda los mismos intereses aunque esté en las antípodas de su prédica. 


Contestar provocaciones bestiales con explicaciones intelectuales y propaganda populista con argumentos elitistas es precisamente el juego de Villarruel y los ingenieros del caos. El camino tampoco es imitar sus métodos de manipulación de masas que tocan las fibras más bajas de la naturaleza humana —la codicia, el resentimiento, la envidia, la cobardía, la xenofobia— para manejar a las personas. Eso es convertirse en la misma lacra.  


Hay que comprender que ellos siembran la deshumanización al interior de la clase trabajadora mientras los que sostenemos con sinceridad las banderas de la justicia social quedamos desplazados por sostener ciertas apariencias que atentan contra la esencia de nuestro ideal.


En estos tiempos de posverdad, considero que el mejor camino es salir del mundo de las apariencias y volver a lo esencial enunciado con el lenguaje del corazón y respaldados con la obra de las manos. Reemplazar lo políticamente correcto por lo humanamente justo, actuar con bondad sin pensar en la conveniencias a corto plazo y priorizar a los excluidos, marginados y oprimidos más en nuestra conducta política que en nuestras construcciones discursivas.

JG/JJD

 

viernes, 1 de noviembre de 2024

SER O NO SER

 



 

Por Mario Mazzitelli

 

Patria o colonia. Revolución o contrarrevolución.

 

Si no sabemos que es el Ser, no entendemos que es la Patria y desconocemos para qué la Revolución; entonces avanza el no ser, se hace realidad el neocolonialismo y la contrarrevolución disfruta su festín.

 

Si alguien cree que los términos usados pertenecen al mundo abstracto de las ideas; le respondo que el mundo abstracto de las ideas opera sobre la realidad en forma concreta. Y que, conforme se mueva hacia un lado u otro, afectará la vida cotidiana de las personas. Nadie está ajeno al influjo potente de esta dicotomía.

 

Los países con tradición imperialista, colonialista o supremacista no tienen esta contradicción. Tienen otras, cualitativamente distintas. Pero algunos estados, que hemos nacido desde el vientre de una potencia colonial, al autogobierno y la independencia; sentimos (en ese desafío) una suerte de desprotección, de miedo a la libertad, de desorientación. Esa sensación parece impulsarnos a caer rendidos en los brazos de cualquier potencia extranjera, para sentirnos seguros, perder el miedo y encontrar una guía (claro que, desde una visión economicista, esta es una característica de clase. Propia de la oligarquía y de los sectores privilegiados, porque al síndrome descripto suman sus intereses materiales. Pero si este sentimiento no estuviera extendido en vastos sectores de nuestra población, difícilmente se hubieran afianzado procesos regresivos, reaccionarios, neocolonialistas, enfrentados a la constitución de la Patria Grande, etc.; opuestos al desarrollo de una identidad nacional. Por otro lado, cambiando la constelación de potencias, esto también sucede en sectores del campo popular y de la izquierda)  

 


Los polos de la contradicción

 

Si los principios democráticos nos llevan a pensar en el beneficio del mayor número para el bien de todos; sin duda “Ser, Patria y Revolución” es la tríada a la que nos volcaremos. Sí, en cambio, lo que prevalece es una sensación de inseguridad, servil, elitista y oligárquica; “no ser, neo colonia y contra revolución” será más atractiva.

 

Situados los polos de la contradicción no deberíamos encandilarnos. En el tránsito por el río de la vida, las dos orillas pueden ser tentadoras para unos y otros. Pero son de imposible realización en términos absolutos. Se expresan como tendencias que van a dar la impronta de un tiempo histórico. Puertos a los que no habrá amarre que valga. Seguiremos un curso más cercano a una u otra orilla. Ahí reside la verdadera disyuntiva de este tránsito colectivo por la vida. Y buena parte de la suerte de cada uno. Ser o no ser…

 

Ahora ¿Con que espíritu se realiza el Ser?

 

Alguien dijo: “Seamos un alma y lo demás vendrá por añadidura”. En este sentido no encuentro palabras más precisas y bellas que las de nuestra poeta Eladia Blázquez:

“Hay tantas maneras de no ser

Tanta conciencia sin saber

Adormecida...

Merecer la vida no es callar y consentir

Tantas injusticias repetidas...”

 

Dice a continuación:

“¡Es una virtud, es dignidad!

Y es la actitud de identidad ¡más definida!

Eso de durar y transcurrir

No nos da derecho a presumir

Porque no es lo mismo que vivir...

¡Honrar la vida!”

 

Interesante. Desde lo espiritual, “No Ser” es: una “conciencia sin saber, adormecida”; es “callar y consentir, tantas injusticias repetidas”. En cambio “Ser”: “es una virtud, es dignidad; y es…identidad”.

 

¿Y el Ser que realiza el alma?

 

Es el pueblo. El pueblo es una comunidad que habita un territorio común; que produce e intercambia medios de vida; que convive en la vecindad (más allá de las distancias); que genera afectos (odio y cariño); en la que prevalece una lengua (aunque conviva con otras muchas regionales o barriales); que tiene un vínculo amoroso y económico con la madre tierra; que admira a sus  padres fundadores; un pasado que lo identifica (más allá de las diferencias); creencias religiosas similares; música, costumbres, tradiciones, leyendas, escritores, artistas, científicos, productores, industriales, maestros y maestras...que al evocarlos les conmueve el corazón. Es memoria colectiva sobre hazañas históricas (aunque no las haya protagonizado); es el deporte que lo identifica (con sus héroes deportivos); son las instituciones (nacionales, provinciales o municipales); las múltiples asociaciones libres del pueblo (cooperativas, sociedades de fomento, clubes, sindicatos, grupos profesionales, empresarios, etc.) Esa es la materia del espíritu.

 

Tan inconcebible es un pueblo sin alma, como un alma sin pueblo. La conformación de un pueblo es un proceso histórico. “Ser” es su reafirmación. “No ser” su disolución.

 

Pasado y destinos comunes. 

 

El pasado nos trajo hasta aquí. Con sus luces y sus sombras (injusticias, aberraciones y tantos daños contra la humanidad) Somos eslabones en la vida del pueblo. Sobrevivientes que hasta aquí llegamos. Ocurre que no alcanza con un pasado común y un presente miserable con un horizonte en cada fin de mes. Necesitamos recuperar el “alma” original de nuestro himno nacional (Sean eternos los laureles, que supimos conseguir: coronados de gloria vivamos o juremos con gloria morir) Necesitamos un futuro, un proyecto, una aspiración, una esperanza común. Para que cada uno se realice como condición para la realización de todos.

 

¿Y la identidad?

 

¿Dónde encontramos la identidad de nuestro Ser?  Diría en la multitud de grandes y pequeños episodios e ideas que fueron conformando, durante más de dos siglos, el proceso de constitución de nuestra Patria.

 

En ese enjambre de episodios e ideas, lleno de contradicciones, con múltiples interpretaciones, documentos varios, etc. ¿Podemos encontrar una guía para “la conciencia sin saber” o “adormecida” para recuperar el Ser? Personalmente creo que sí. Esa guía la podemos encontrar en muchos lados. Podemos buscar el Ser en los hechos y en los dichos.

 

Los hechos.

 

Propongo algunos que fueron definiendo nuestro Ser: la gestación de la democracia en los Cabildos de la colonia, la victoria en la primera y segunda invasión inglesa a Buenos Aires, el papel de los pueblos originarios, la revolución de Mayo, las batallas por la Independencia y su legado -todavía incumplido, de la Patria Grande, soñado por José de San Martín y Simón Bolívar-, el éxodo jujeño, la lucha por abolir la esclavitud, las prácticas revolucionarias del federalismo popular y democrático -que con Artigas señaló el camino de la unidad y la liberación-, el cruce de los Andes, la resistencia al regreso colonialista con la tercera invasión inglesa -apoderándose en 1933 por la fuerza de nuestras islas Malvinas y volviendo en 1982, a través del “crimen de la guerra”-, la Vuelta de Obligado, el proceso de institucionalización de la Unidad Nacional, la dignidad de nuestra política exterior, las luchas revolucionarias por el sufragio universal y el ejercicio sagrado del voto, la idea del partido socialista -de cambiar el orden existente por otro más justo y progresista-, las luchas del movimiento obrero y popular en el Centenario de 1910, en la Semana Trágica de enero de 1919 y en la Patagonia Rebelde de 1921; la lucha de los estudiantes y la Reforma Universitaria de 1918; la masificación del conocimiento y la cultura, nuestros premios Nobel, el surgimiento y desarrollo de las organizaciones sindicales, las cooperativas, las universidades populares generadas por el socialismo, el anarquismo y más tarde el peronismo; el 17 de Octubre de 1945, los avances en los derechos de los trabajadores, los programas obreros de La Falda de 1957, de Huerta Grande de 1962 y el Programa del 1° de Mayo de 1968 de la CGT de los Argentinos, las resistencias frente a las proscripciones electorales, la creación de los organismos en defensa de los derechos humanos -frente a la violencia del régimen-, las luchas contra las dictaduras, las madres de Plaza de Mayo, los héroes de Malvinas, el juicio sobre la deuda externa...., la recuperación democrática de 1983, las puebladas frente a la reconversión colonial de los 90 …y todas las luchas por la vida, la dignidad y la soberanía que ha protagonizado nuestro pueblo desde entonces.

 

Tenemos materia de sobra para Ser, mostrar identidad, tener una Patria que nos llene de orgullo.

 

Sí, vendrá de abajo o no vendrá. San Martín: “Los ricos y los terratenientes se niegan a luchar, no quieren mandar a sus hijos a la batalla, me dicen que enviaran tres sirvientes por cada hijo para no tener que pagar las multas, dicen que a ellos no les importa seguir siendo colonia. Sus hijos quedan en sus casas gordos y cómodos, un día se sabrá que esta Patria fue liberada por los pobres, y los hijos de los pobres, nuestros indios y los negros, que ya no volverán a ser esclavos”

 

Las ideas.

 

Además de los hechos, podemos descubrir el Ser en muchos escritos, discursos, poemas o canciones. Son tantos... En muchos casos será necesario recortarlos. No para reescribir la historia desde una visión sesgada. No para edulcorar lo que está escrito. Sino para podarle las ramas necrosadas (porque fueron el fruto de luchas apasionadas de un momento extinguido) y poder rescatar lo que tienen de esencial, aquello que unifica, fortalece, resulta virtuoso y nos proyecta al porvenir.

 

Ésa es una tarea de este tiempo histórico para quienes nos definimos por el Ser, la Patria y la Revolución. Cada uno rastreando el Ser en la diversidad de autores que iluminan el mundo de las ideas. Si somos muchos, la tarea de reconstrucción será más rápida y sencilla, frente a tanto alineamiento apátrida.

 

Necesitamos retomar la Revolución.

 

Yo elijo unos párrafos del “Dogma Socialista”, escrito por Esteban Echeverría en la década de 1830. Creo que a partir ellos podemos obtener mucha información para ratificar la voluntad de “Ser, de Patria y de Revolución”. Lo digo porque Argentina ha sido tan degradada que la palabra “cambio” se volvió el “no ser”. Ya no es un “cambio” lo que necesitamos. Es una Revolución, sostenida en valores y principios. Del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, nacional, latinoamericana y humanista.

 

Van estas líneas, el lector me dirá si está de acuerdo. 

 

Asociación.

 

Sin asociación no hay progreso, o más bien ella es la condición forzosa de toda civilización y de todo progreso.

No puede existir verdadera asociación sino entre iguales. La desigualdad engendra odios y pasiones que ahogan la confraternidad y relajan los vínculos sociales.

 

Para que la asociación corresponda ampliamente a sus fines, es necesario organizarla y constituirla de modo que no se choquen ni dañen mutuamente los intereses sociales y los intereses individuales, o combinar entre sí estos elementos: el elemento social y el individual, la patria y la independencia del ciudadano. En la alianza y armonía de estos dos principios estriba todo el problema de la ciencia social.

 

La política debe encaminar sus esfuerzos a asegurar por medio de la asociación a cada ciudadano su libertad y su individualidad.

 

La sociedad  debe poner a cubierto la independencia individual de todos sus miembros, como todas las individualidades están obligadas a concurrir con sus fuerzas al bien de la patria.

La sociedad no debe absorber al ciudadano, o exigirle el sacrificio absoluto de su individualidad. El interés social tampoco permite el predominio exclusivo de los intereses individuales, porque entonces la sociedad se disolvería, no estando sus miembros ligados entre sí por vínculo alguno común.

Ninguna autoridad legítima impera sino en nombre del derecho, de la justicia y de la verdad. A la voluntad nacional, verdadera conciencia pública, toca interpretar y decidir soberanamente sobre lo justo, lo verdadero y lo obligatorio; he aquí el dominio de la ley positiva. Pero más allá de esa ley y en otra esfera más alta, existen los derechos del hombre, que siendo la base y la condición esencial del orden social, se sobreponen a ella y la dominan.

Para ejercer derechos sobre sus miembros, la sociedad debe a todos: justicia, protección igual y leyes que aseguren su persona, sus bienes y su libertad.

La institución gobierno no es útil, moral y necesaria sino en cuanto propende a asegurar a cada ciudadano sus imprescriptibles derechos, principalmente su libertad.

La perfección de la asociación está en la razón de la libertad de todos y cada uno. Para conseguirla es necesario predicar fraternidad, desprendimiento, sacrificio mutuo entre los miembros de una misma familia. Es necesario trabajar para  que todas las fuerzas individuales, lejos de aislarse y reconcentrarse en su egoísmo, concurran simultánea y colectivamente a un fin único: al progreso y engrandecimiento de la nación.

El predominio del individualismo nos ha perdido. Las pasiones egoístas han sembrado la anarquía en el suelo de la libertad, y esterilizado sus frutos; de aquí resulta el relajamiento de los vínculos sociales: que el egoísmo está entrañado en todos los corazones y muestra en todas partes, su aspecto deforme y ominoso; que los corazones no palpitan al son de las mismas palabras, y a la vista de los mismos símbolos; que las inteligencias no están unidas por una creencia común en la patria, en la igualdad, en la fraternidad y la libertad.

 

Asociación, progreso, libertad, igualdad, fraternidad, términos correlativos de la gran síntesis social y humanitaria; símbolos divinos del venturoso porvenir de los pueblos de la humanidad.

 

El camino para llegar a la libertad es la igualdad; la igualdad y la libertad son los principios engendradores de la Democracia.

 

La Democracia es, por consiguiente, el régimen que nos conviene, y el único realizable entre nosotros.

 

Progreso

 

“La humanidad  es como un hombre que vive siempre, y progresa constantemente”.

Un pueblo que no trabaja por mejorar de condición no obedece a la ley de su ser.

 

La revolución para nosotros es el progreso.

 

Cada pueblo tiene su vida y su inteligencia propia. “Del desarrollo y ejercicio de ella, nace su misión especial, la cual concurre de lleno a la misión general de la humanidad. Esta misión constituye la nacionalidad. La nacionalidad es sagrada.

 

Un pueblo que esclaviza su inteligencia a la inteligencia de otro pueblo, es estúpido y sacrílego.

 

Un pueblo que se estaciona, y no progresa, no tiene misión alguna, ni llegará jamás a constituir su nacionalidad.

 

Fraternidad.

 

 “Por la  ley de Dios y de la humanidad todos los hombres son hermanos. Todo acto de egoísmo es un atentado a la fraternidad humana.”

 

“La fraternidad humana es el amor mutuo, o aquella predisposición generosa que inclina al hombre a hacer a los otros lo que quisiera que se hiciese con él”

 

El egoísmo es la muerte del alma. El egoísta no siente amor, ni caridad, ni simpatía por sus hermanos. Todos sus actos se encaminan a la satisfacción de su yo; todos sus pensamientos y acciones giran en torno a su yo; y el deber, el honor y la justicia son palabras huecas y sin sentido para su espíritu depravado.

 

La fraternidad es la cadena de oro que debe ligar todos los corazones puros y verdaderamente patriotas; sin esto no hay fuerza, ni unión, ni patria.

 

Igualdad.

 

“Por ley de Dios y de la humanidad, todos los hombres son iguales.”

 

La igualdad consiste en que…derechos y deberes sean igualmente admitidos y declarados por todos, en que nadie pueda substraerse a la acción de  la ley que los formula, en que cada hombre participe igualmente del goce proporcional a su inteligencia y trabajo. Todo privilegio es un atentado a la igualdad.

No hay igualdad donde la clase rica se sobrepone y tiene más fueros que las otras.

Donde cierta clase monopoliza los destinos públicos.

 

Donde las contribuciones no están igualmente repartidas y en proporción a los bienes e industria de cada uno.

Donde la clase pobre sufre sola las cargas sociales más penosas…

 

La sociedad o el poder que la representa, debe a todos sus miembros igual protección, seguridad, libertad…

 

La potestad social no es moral ni corresponde a sus fines si no protege a los débiles, a los pobres y a los menesterosos, es decir, si no emplea los medios que la sociedad ha puesto en  su mano para realizar la igualdad.

 

Ilustrar a las masas sobre sus verdaderos derechos y obligaciones, educarlas con el fin de hacerlas capaces de ejercer la ciudadanía y de infundirles la dignidad de hombres libres, protegerlas y estimularlas para que trabajen y sean industriosas,  suministrarles los medios de adquirir bienestar e independencia; he aquí el modo de elevarlas a la igualdad.

 

La única jerarquía que debe existir en una sociedad democrática, es  aquella que trae su origen en la naturaleza, y es invariable y necesaria como ella.

 

La inteligencia, la virtud, la  capacidad, el mérito probado: he aquí las últimas jerarquías de origen natural y divino.

 

El dinero jamás podrá ser un título, si no está en manos puras, benéficas y virtuosas.

El problema de la igualdad  social, está empeñado en este principio: “A cada hombre  según su capacidad, a cada hombre  según sus obras”.

Libertad.

 

“Por la ley de Dios y  de la humanidad todos los hombres son libres.”

 

“La  libertad es el derecho que cada hombre tiene para emplear sin traba alguna sus facultades en el conseguimiento de su bienestar y para elegir los medios que puedan servirle a este objeto.”

 

El libre ejercicio de las  libertades individuales no debe causar extorsión ni violencia a los derechos de otro. …la libertad humana no tiene otros límites.

 

El cristianismo

 

El cristianismo trajo al mundo la fraternidad, la igualdad y la libertad; y rehabilitando al género humano en sus derechos, lo redimió. El cristianismo es esencialmente civilizador y progresivo.

 

Amad a vuestro prójimo como a vosotros mismos; amad a vuestros enemigos, dice Cristo…

 

Continuación de las tradiciones progresivas de la revolución de mayo.

 

La revolución americana, como todas las grandes revoluciones  del mundo, ocupada  exclusivamente en derribar el edificio gótico labrado en siglos de ignorancia por la tiranía y la fuerza, no tuvo tiempo ni reposo bastante para reedificar otro nuevo, pero proclamó, sin embargo, las verdades que el largo y penoso alumbramiento del espíritu humano había producido, para que sirviese de fundamento a la reorganización de las sociedades modernas.

 

Los  revolucionarios  de mayo sabían que la primera exigencia de América era la independencia de hecho de la metrópoli, y que para fundar la libertad era preciso emancipar primero la patria. Absortos en ese pensamiento, echaron, sin embargo, una mirada al porvenir y bosquejaron de paso a las generaciones venideras el plan de la obra inmensa de la emancipación argentina.

 

En sus decretos y leyes, improvisadas en medio de los azares de la lucha y del estrépito de las armas, se hallan consignados los principios eternos que entran en el código de todas las naciones libres.

 

La  libertad individual de expresar y publicar las ideas sin previa censura. Ellas dicen “que el cuerpo social debe garantir y afianzar los derechos del hombre, aliviar la miseria y desgracia de los ciudadanos y propender a su prosperidad e instrucción; que la ignorancia es causa de la inmoralidad que paga todas las virtudes y produce todos los crímenes; que las cárceles son para  seguridad, no para castigo de los reos; que el crimen es la infracción de la ley vigente; que todo ciudadano debe sobrellevar cuantos sacrificios demande la patria en sus necesidades y peligros, sin que exceptúe el de la vida; y que por su  parte cada ciudadano debe contribuir al sostén y conservación de los derechos de sus conciudadanos y a la felicidad pública, que un habitante…, ni ebrio, ni dormido debe tener inspiraciones contra la libertad de su patria; en fin, declaran que solo el pueblo es el origen y creador de todo poder.

 

La soberanía  paso de los opresores a los oprimidos, de los reyes al pueblo, y nació de repente en las orillas del Plata la Democracia; y la Democracia crecerá; su porvenir es inmenso.

Independencia de las tradiciones retrógradas que nos subordinan al antiguo régimen.

 

Un orden político nuevo exige nuevos elementos para constituirlo.

 

Las costumbres de una sociedad fundada sobre la desigualdad de clases, jamás podrán fraternizar con los principios  de igualdad democrática.

 

…la democracia exige acción, innovación, ejercicio constante de todas las facultades del hombre, porque el movimiento es la esencia de la vida.

…en una sociedad  democrática solo son dignos, sabios y virtuosos y acreedores a consideración, los que propenden con sus fuerzas naturales al bien y la prosperidad de la patria.

 

Organización de la patria sobre la base democrática.

La igualdad y la libertad son los dos ejes centrales, o más bien, los dos polos del mundo de la Democracia.

 

La Democracia parte de un hecho necesario, es  decir, de la igualdad de clases, y marcha con  paso firme hacia la conquista del reino de la libertad  más amplia, de  la libertad individual, civil y política.

 

La Democracia no es una forma de gobierno, sino la esencia misma de todos los gobiernos republicanos o instituidos por todos para el bien de la comunidad…

 

La Democracia es el régimen de la libertad, fundado sobre la igualdad de clases.

 

Todas las asociaciones  políticas modernas tienden a establecer la igualdad de clases, y puede asegurarse, observando el movimiento progresivo de las naciones…”que el desenvolvimiento gradual de la igualdad de clases es una ley de la Providencia, pues reviste sus principales caracteres; es universal, durable, se substrae de día en día al poder humano, y todos los acontecimientos y todos los hombres conspiran sin saberlo a extenderla y afianzarla”.

 

La Democracia camina  al nivelamiento de las condiciones, a la igualdad de clases.

 

La igualdad de clases envuelve la libertad individual, la libertad civil y la libertad política. Cuando todos los miembros…estén en posesión plena y absoluta de estas libertades, y ejerzan de mancomún la soberanía, la democracia se habrá definitivamente constituido sobre la base incontrastable de la igualdad de clases.

Fin de la selección de párrafos del Dogma Socialista de Esteban Echeverría.

 

Creo que son parte constitutiva de nuestro Ser. Debemos incorporar otros –dado que estos van a cumplir 200 años- pero sin alterar la esencia de estos.

 

Los ricos usan a sus sirvientes para confundir, difundiendo ideas contrarias a la esencia de nuestro Ser. Es una lucha. Ellos con sus privilegios. Nosotros con la asociación, la igualdad, la fraternidad y la democracia. Esta lucha entre el “no ser, la colonia y la contrarrevolución” contra el “Ser, la Patria y la Revolución, está en pleno desarrollo. Con final incierto.  Mucho depende de cada uno.

CONFERENCIA SOBRE HISTORIA DEL MOVIMIENTO OBRERO EN CAMPANA.

  La tardecita calurosa del día Viernes 15 de Noviembre encontró a varios jóvenes estudiantes, trabajadores y docentes en torno a la valoriz...