jueves, 29 de agosto de 2024

TRELEW: LA ANTESALA DEL INFIERNO

 Por Luis Sellan



Para algunos, habrá sido el bombardeo de 1955 a Plaza de Mayo, para otros quizás la noche de los bastones largos durante la dictadura del General cursillista Juan Carlos Onganía, o las acciones de la Triple A durante el tercer peronismo, pero indudablemente la masacre de Trelew, perpetrada el 22 de agosto de 1972, fue un ensayo absoluto del terrorismo de estado y la antesala del infierno que se desataría en la Argentina con la dictadura cívico militar de 1976.

A mediados de 1972 gobernaba el general Alejandro Agustín Lanusse, último dictador de la llamada “Revolución argentina”. En el Penal de Rawson, ubicado en la provincia de Chubut, estaban detenidos alrededor de doscientos reclusos,miembros de las organizaciones armadas qué se pusieron de acuerdo para organizar conjuntamente una fuga. El jefe del operativo era Roberto Santucho (ERP), aunque algunas declaraciones señalaron tiempo después que el plan de fuga había empezado a pergeñarse antes de la llegada del líder del ERP, por Marcos Osatinsky (FAR).

El 15 de agosto, a las 18:05, comenzó la fuga del penal, el plan original era que se fugaran 110 detenidos en tres camiones. Los guerrilleros tomaron la cárcel rápidamente, pero por errores de logística y comunicación no fue posible el traslado masivo hacia el aeropuerto. Solo había un automóvil que los esperaba, razón por la cual fue abordado por los seis líderes apenas 25 minutos después de iniciada la fuga.

Los guerrilleros, llegan al aeropuerto vistiendo uniforme militar, simulando ser un contingente del Ejército que debía realizar la inspección del avión, con ese recurso tomaron la aeronave que operaba como el vuelo 811 y llevaba un total de 96 personas entre pasajeros y tripulantes.

Una vez tomado el avión, el comando de apoyo pidió a los pilotos quedarse en la pista. Allí abordaron los miembros del Comité de Fuga y demoraron el despegue con la esperanza de que más evadidos pudieran llegar a tiempo.


Los problemas logísticos no permitieron que el otro grupo de guerrilleros llegaran al aeropuerto, estaban tan solo a cinco minutos. Los miembros del Comité de Fuga decidieron despegar, sin saber que otros diecinueve guerrilleros habían conseguido otros tres automóviles para fugarse. El avión partió así rumbo Chile pidiendo asilo en el país vecino, gobernado por Salvador Allende. El resto de los guerrilleros que quedaron en el penal fuertemente armados, apagaron las luces y pusieron en marcha el plan programado para el caso de que no pudieran fugarse: comunicarse con un juez, hacer pública la situación y garantizar que la rendición no fuera seguida de una masacre.


Sin embargo, la masacre sucedió, mientras la dictadura gestionaba la extradición de los evadidos en Chile, Trelew se transformó en una región absolutamente ocupada, los guerrilleros se habían rendido y negociaban una entrega con garantías. Entre la noche del 21 de agosto y la madrugada del otro día 22, la armada que tenía el control del penal preparó el plan de simular una fuga y provocar los fusilamientos. A las 3 de la mañana del 22 de agosto los 19 detenidos fueron sorpresivamente despertados y sacados de sus celdas. Según testimonios de los tres únicos reclusos sobrevivientes (1), mientras estaban formados y obligados a mirar hacia el piso fueron ametrallados indefensos por una patrulla a cargo del capitán de corbeta Sosa y del teniente Roberto Bravo, falleciendo la mayoría en el acto, y algunos heridos fueron rematados con armas cortas en el piso. Al terminar los disparos, los siete sobrevivientes fueron llevados a la enfermería, pero no se les prestó ningún tipo de asistencia médica. Los únicos tres sobrevivientes fueron trasladados al día siguiente a Puerto Belgrano, donde fueron intervenidos.


Mas allá de la versión oficial, que hablaba de un intento de una nueva fuga, ya en aquellos días se empezaba a hablar que lo que había sucedido detrás de los muros de Trelew fue una autentica masacre, un plan de exterminio absolutamente programado, o al menos decidido por la dictadura a partir de la fuga. Después de Trelew se agudizó la espiral de violencia que ya existía en el país en el marco de la dictadura militar. Una dictadura militar, que empezaba a vivir su propio ocaso, hecho que sucedería el 11 de marzo de 1973 con las elecciones que provocaron la breve llegada al poder de Héctor J Cámpora y el posterior regreso definitivo de Perón. Pero esto ya es otra historia.


La justicia tarda, pero llega

Cuarenta años después, el 15 de octubre de 2012 el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia resolvió condenar a prisión perpetua a Emilio Del Real, Luis Sosa y Carlos Mirandino como autores de 16 homicidios y tres tentativas. La sentencia se leyó en el centro cultural «José Hernández» de Rawson, donde se desarrolló el juicio desde mayo del mismo año, en una sala en la que había familiares y compañeros de los fusilados, junto a veteranos militantes chubutenses de la solidaridad con los presos políticos.El Tribunal absolvió a Rubén Paccagnini, para quien se habían pedido dos años de prisión, y a Jorge Bautista, acusado de encubrir los crímenes. También dispuso reiterar el pedido de extradición de Roberto Bravo, con residencia en Estados Unidos, y declarar a los crímenes cometidos como de «lesa humanidad». El fiscal federal de Rawson, Fernando Gelves, manifestó su disconformidad con las dos absoluciones y dijo que las apelaría. ​ Asimismo, se dictaminó que los encontrados culpables permanecieran libres hasta que la condena tenga sentencia firme.


El 19 de marzo de 2014 la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal ratificó las condenas a prisión perpetua de Sosa, del Real y Marandino. Anuló, además, las absoluciones de Paccagnini y a Bautista.

A través de una audiencia abierta al público, los jueces Liliana Catucci, Alejandro Slokar y Mariano Borinsky calificaron por unanimidad los fusilamientos como «delitos de lesa humanidad». En el caso de Paccagnini, los camaristas ordenaron además que se le prohíba salir del país. Tanto Paccagnini como Bautista están en libertad porque la sentencia nunca estuvo firme.


En 2022, familiares de las personas asesinadas en la Masacre de Trelew demandaron civilmente a Bravo en los Estados Unidos, por su participación en los crímenes. Bravo era oficial de logística de la Armada, razón por la cual era quien estaba a cargo de los presos, y según el informe oficial de la Marina, fue quien ordenó abrir las celdas para sacar a los presos, instantes antes de la masacre. Fue uno de los militares que dispararon y mataron a los detenidos. Inmediatamente después de los hechos, la dictadura lo envió a Estados Unidos, donde se radicó y vivió desde entonces. La justicia argentina reclamó la extradición de Bravo en 2009, por crímenes de lesa humanidad, pero en Estados Unidos el trámite ha demorado más de una década. Debido a esa demora, familiares de la víctima iniciaron en los Estados Unidos una demanda civil contra Bravo, que se inició el 27 de junio de 2022.


El juicio civil tramitó mediante un proceso oral, en el cual el 2 de julio de 2022, Bravo fue encontrado culpable por un jurado de ciudadanos, siendo condenado a pagar una indemnización de poco más de 24 millones de dólares estadounidenses a familiares de las víctimas. la extradición de Bravo a la Argentina sin nuevas dilaciones por parte de Estados Unidos.


ZARATEÑOS PRESENTES EN RAWSON EN 1972.


Guillermo Hiétala, vecino y ciudadano de Zárate, quien se encontraba en carácter de preso político a ese entonces en Rawson por su militancia en el PRT estuvo presente en la preparación de la fuga; sin haber podido llegar a formar parte de la misma, por las dificultades aquí mencionadas. Teniendo que permanecer en el establecimiento junto al resto hasta 1973, cuando con la recuperación democrática fueron liberados los presos políticos de todas las cárceles nacionales del país.

En el tramo inicial del Documental Fílmico "Gaviotas Blindadas" puede apreciarse a Guillermo en el minuto 1:11 a 1:15 descendiendo del avión que traía los presos liberados de Rawson a BUenos Aires en 1973. Años después, en mayo de 1977, Guillermo fue desaparecido y asesinado junto a su mujer Estela Susana Calí, dejando a dos hijas hasta el día de hoy que incansablemente buscan el paradero de los restos de sus padres y abuelos.

https://www.youtube.com/watch?v=6FbmofT_1kU 

      Arriba: Imagen de los presos políticos liberados de Rawson descendiendo del avión en Buenos Aires. El hombre rubio con saco negro es Guillermo Hiétala, oriundo de Zárate y vecino de Villa Massoni. Posteriormente Guillermo fue desaparecido en la dictadura argentina en 1977.




Los fusilados en Trelew



Alejandro Ulla (PRT-ERP)
Alfredo Kohon (FAR)
Ana María Villarreal de Santucho (PRT-ERP)
Carlos Alberto del Rey (PRT-ERP)
Carlos Astudillo (FAR)
Clarisa Lea Place (PRT-ERP)
Eduardo Capello (PRT-ERP)
Humberto Suárez (PRT-ERP)
Humberto Toschi (PRT-ERP)
José Ricardo Mena (PRT-ERP)
María Angélica Sabelli (FAR)
Mariano Pujadas (Montoneros)
Mario Emilio Delfino (PRT-ERP)
Miguel Ángel Polti (PRT-ERP)
Rubén Pedro Bonnet (PRT-ERP)
Susana Lesgart (Montoneros)

(1) La patria fusilada, Paco Urondo, Editorial Contrapunto



 #NuncaMas

#LaFugaDeLaLibertad

#RawsonPresente


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