miércoles, 14 de mayo de 2025

CUANDO LA MENTIRA ES LA VERDAD


Por Mario Mazzitelli (*)




 Dijo el presidente JM: “Por ejemplo ustedes le venden trabajo a su empleador a cambio de pesos para con esos pesos comprar otros bienes. Pero lo utilizan…no sé si se acaban de dar cuenta, que acabo de usar un formato a la Rothbard que acaba de destruir la teoría de la explotación. Ustedes le compran dinero a su empleador. Se acabó la teoría de la explotación. O sea, solo por plantear la discusión de una manera distinta, hace que se termine con la teoría de la explotación. Salvo que los trabajadores estén explotando a los empresarios. Son los que compran dinero a cambio de trabajo.” 

 

Los explotados (según Milei)

 


Los explotados (según Milei)


¿Por qué no estudiar la posibilidad que plantea Javier Milei? Si María Elena Walsh dice que: “nada el pájaro y vuela el pez”, que “un ladrón es vigilante y otro es juez” y que “un perro pekinés…se cae para arriba” en el reino del revés ¿No serán los trabajadores quienes están explotando a los empresarios? ¿No serán los desagradecidos peones rurales los que están explotando a los estancieros? ¿No serán los ingratos empleados de comercio los que están explotando a Carrefour? ¿No serán los obreros metalúrgicos los que están explotando a Paolo Rocca? ¿No serán los pibes de Rapi (que pedalean en bicicleta) los que están explotando a Marcos Galperìn?


Mirar la realidad.


El Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía y la Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung: “advierten ganancias récord en la elite empresarial”. “Para los grupos económicos concentrados (energético, financiero, minero y agroexportador) las crisis…se presentan como una oportunidad especial para obtener rendimientos extraordinarios…”, otros “sectores empresariales atados al mercado interno también lograron obtener resultados importantes en el corto plazo”, debido “a la caída del costo de la mano de obra en sus cuentas”.


Segùn los mismos analistas; en los últimos 10 años hubo una transferencia de ingresos de los trabajadores a los empresarios de unos 10 puntos del PBI. Eso (según como se mida) podría ser una transferencia de unos 60.000 millones de dólares anuales del sector trabajo al capital. ¿Será que los trabajadores están explotando a los empresarios?


Para responder con seriedad no alcanza con ver qué pasa con los empresarios, empleadores o capitalistas; es necesario observar que pasa con los trabajadores, empleados u obreros.


Los explotadores (según Milei)


Empecemos por los trabajadores en blanco. El Salario Mínimo Vital y Móvil (previsto en el art 14 bis de nuestra Constitución Nacional, que debe garantizar a los trabajadores un ingreso justo para que puedan desarrollar una vida digna junto a su familia) es desnaturalizado por el gobierno. El Boletín Oficial Nacional nos informa que a partir del 1 de mayo es de: $308.200, del 1 de junio: $313.400 y del 1 de agosto: $322.000. Oscar Cuartagno, ex ministro de trabajo, advierte que “según datos del INDEC, una familia de cuatro integrantes necesita al menos $1.100.267 para no ser considerada pobre, sin incluir el costo de la vivienda”. Es decir que ese salario no alcanza a cubrir el 30% de las necesidades básicas para quien tenga casa propia. Mientras que, para quienes alquilan, el salario mínimo no cubre ni el 20%. Si en una familia el papá y la mamá trabajan por un salario mínimo, seguirían hundidos irremediablemente en la pobreza por los siglos de los siglos. Ya que juntos reunirán entre el 40 y el 60% del salario mínimo. Jamás ahorraran, jamás tendrán una vivienda, jamás vivirán dignamente. Ni hablar para los que están desocupados, etc.

A esta altura ya podríamos afirmar que el cinismo de JM no tiene parangón. Pero vale la pena avanzar un paso más. 


La utopía reaccionaria.


La utopía reaccionaria de JM es retrotraernos a fines del siglo XIX y principios del XX. Según él, éramos primera potencia mundial y después llegó el voto universal, la democracia, vinieron los gobiernos populistas, el salario mínimo, el Estado de bienestar, el déficit fiscal, etc. y con todo eso empezó nuestra decadencia. Esa es la mirada de la oligarquía, de sectores conservadores (nostálgicos de un pasado que ya nunca volverá) de especuladores financieros (“Toto” Caputo y tantos otros) de sectores vinculados al mercado externo, etc. que solo ven en la retribución a los trabajadores un costo. Costo que cuanto màs lo puedan bajar (como lo están haciendo en la práctica) mejor. No reparan en que el salario es mercado interno, que hace al bienestar familiar, etc. Entonces se les hace caer el ingreso (que ya no alcanzaba), se los acusa de explotadores (con lo cual la nueva distribución del ingreso tendría un justificativo), se libera de todo sentimiento de culpa a los empleadores (si es que alguno lo tiene), JM lo dice sin ruborizarse y el auditorio aplaude. Parece un mundo surrealista.


Ese pasado que quieren restaurar ¿Fue un paraíso o una pesadilla?


Trecientas familias dueñas de las mejores tierras del país vivían en un Edén. Del mismo modo que los grandes propietarios de industrias, comercios, viviendas, etc. Pero, para la mayoría, las cosas eran bien distintas. Digamos que en la década de 1890 se esgrimían argumentos clasistas como en estos días. En ése contexto, un médico brillante, que vivía la realidad cotidiana de la clase obrera en el hospital público y que, además era un intelectual sobresaliente, el Dr. Juan B. Justo, empezó a mirar la realidad desde los trabajadores. Esa mirada la iba a plasmar en la redacción de la Declaración de Principios del Partido Socialista, aprobada en junio de 1896. 


Solo reproduzco los tres primeros párrafos: 


“Que la clase trabajadora es oprimida y explotada por la clase capitalista gobernante.”


“Que ésta, dueña como es de los medios de producción, y disponiendo de todas las fuerzas del Estado para defender sus privilegios, se apropia de la mayor parte de lo que producen los trabajadores y les deja sólo lo que necesitan para poder seguir sirviendo en la producción.”


“Que por eso, mientras una minoría de parásitos vive en el lujo y la holgazanería, los que trabajan están siempre en la inseguridad y en la escasez, y muy comúnmente en la miseria.”


En 2025 tenemos una sociedad mucho más compleja. No obstante cuanto se parece, en lo esencial, a aquella descripción.


Evidentemente la mayoría no puede querer ir a aquel modelo social. Quizás las tinieblas de la "confusión inducida" nos hayan traído hasta aquí y sea preciso hacer una última aclaración.


La falacia del razonamiento de Milei a la Rothbard.


El razonamiento que deslumbró al presidente, al punto de considerarlo un hallazgo a partir del cual “se acabó la teoría de la explotación”, es elemental, repetido, berreta y muy viejo.


Asimilo el trabajo y el dinero a dos mercancías. Trabajo = Dinero. Luego estas mercancías se pueden intercambiar libremente. El poseedor de la mercancía trabajo la vende, lo que se refleja como la operación de  comprar dinero. Su contraparte, el poseedor de la mercancía dinero; vende su dinero a cambio de comprar la mercancía trabajo. De esta manera estamos en presencia de un intercambio justo. Si nadie interfiere y el Estado no mete la cola, se hace en libertad. Operación justa y libre, nada para reprochar. Se terminó la teoría de la explotación. O acaso ¿son los trabajadores los que están explotando a los empresarios?


Las cosas en la realidad guardan una buena diferencia con este planteo.


En principio se tiene que dar una situación: algunos que tengan dinero y otros que no lo tengan. Es decir unos deben ser poseedores y otros desposeídos. Unos herederos y otros desheredados. Si todos tuvieran dinero suficiente, nadie vendería su fuerza de trabajo. Al tiempo que si nadie tuviera dinero, no habría compradores. Se tienen que dar las dos condiciones. En términos sencillos: ricos y pobres. Esto habla de la primera asimetría que impide de manera espontánea (como resulta en el capitalismo) un intercambio justo.


¿Por qué el desposeído ofrecería su fuerza de trabajo para obtener o comprar dinero? Para poder vivir. Sin un ingreso podría morir de hambre, quedar famélica su familia o en todo caso tener una existencia indigna. Si tuviera otra fuente de recursos, seguramente no pondría 48 horas semanales de su vida a disposición de otro; pudiéndolo hacer en provecho propio.


¿Y por qué el poseedor de dinero compraría fuerza de trabajo? En principio porque tiene dinero. Pero un stock de dinero se agota si no se lo pone a producir (el parasitismo financiero incrementa dinero del dinero. Algunos optan por ese camino. Pero hasta este dinero debe provenir, en última instancia, de la economía real) De manera que el empresario, empleador, emprendedor siente el impulso a mantener o crear una empresa (industrial, comercial, agropecuaria, servicios, etc.) Actividad con beneficios individuales y sociales, a la que le debemos dar la bienvenida. Pero el asunto es que para contratar un trabajador (más allá de la suerte particular de ese contrato) el empleador (yo lo fui) hace sus cálculos. La incorporación de una persona a su “negocio” debe producir más beneficios que el costo del contrato (salario, aportes, etc.) De manera que, si se contrata una persona a un costo de 100, es porque se calcula que su trabajo producirá 110 o 200. Si el rendimiento fuera inferior a 100 (por la causa que fuera) durante mucho tiempo, se lo despide. Es lógico, porque de lo contrario la empresa va a la quiebra. Quien resuelve quien ingresa, quien se queda y quien se va es el empleador. Porque ese poder está en sus manos (incluso más allá de medidas protectoras de los trabajadores para que no sean sujetos de abusos o arbitrariedad. El poder está en manos del empleador, dueño o propietario)


Teoría de la explotación


Voy a dejar para otro momento el análisis sobre la inmoral equiparación (como mercancías intercambiables) entre el dinero y el trabajo. Dado que uno es "papel pintado" y el otro es "vida humana". Uno es un medio y el otro debiera ser un fin.


Lo cierto es que (en la práctica) invertir y organizar la producción, la distribución o el intercambio, es una tarea a la que la sociedad debe darle la bienvenida. Con las observaciones que para casos particulares se pueden hacer (tanto desde el punto de vista humano como ambiental), la explotación (en general) ha disminuido por efecto de la automatización y la robotización, que fueron trasladando a las máquinas las tareas más forzosas o rutinarias.  


Lo que no puede negarse es que los que trabajan producen por más valor que el costo de su trabajo. Generando un plus valor que es la fuente de la ganancia empresaria. Uno de los dramas de un país periférico del capitalismo central, es que ése plus valor se fuga al exterior de distintas maneras impidiendo la inversión para el desarrollo de las fuerzas productivas.


Es en este contexto, que estamos viviendo una caída del salario real (se pueden comprar menos bienes con lo que se gana) y una caída del salario relativo (los que ganan, ganan más que antes) "Los pobres son más pobres y los ricos son más ricos." Así, lo que resulta inverosímil, es que los trabajadores podrían estar explotando a los empresarios. Quizás con la excepción de Javier Milei, que habiendo sido toda la vida un empleado, en lugar de trabajo le vendió humo a su empleador. Con el beneficio para este, que ahora,  con ese humo oculta el saqueo que una minoría de parásitos realiza sobre las dos fuentes de la riqueza: el trabajo y la naturaleza. Esta es la única explotación realmente existente. A la que Milei sirve miserablemente



 


miércoles, 7 de mayo de 2025

"El Eternauta está entre nosotros (otra vez): arte, ciencia ficción y política en tiempos virales"

POR LUIS SELLAN


 Un fenómeno acaba de explotar por todos lados: El Eternauta. La serie que llegó a Netflix y en seguida se convirtió en tendencia. Pero no es solo una moda: es un hito. Una historia de ciencia ficción nacida en Argentina, llevada a la pantalla con una calidad que —seamos sinceros— no estamos tan acostumbrados a ver por estos lados.

Porque convengamos que la ciencia ficción en Argentina no abunda. Y cuando aparece, suele ser con recursos limitados, casi de culto. Pero El Eternauta, esta versión audiovisual que reinterpreta la obra de Héctor Oesterheld y Francisco Solano López, llegó con todo: producción de alto nivel, efectos bien logrados, una Buenos Aires distópica creíble y, sobre todo, una potencia visual que hizo que hasta quienes nunca leyeron la historieta se engancharan. Eso, ya de por sí, es un hecho artístico enorme.

Y ahí está lo interesante: en medio de una industria local más acostumbrada al drama o la comedia costumbrista, esta serie rompió moldes. Nos recordó que también podemos contar historias de invasiones, de nieve mortal, de futuros posibles —o imposibles— con nuestra propia identidad. Que la ciencia ficción no tiene que sonar a "Hollywood" para pegar.

Pero claro, como todo fenómeno cultural fuerte en Argentina, también se volvió político. Y El Eternauta, desde su origen, tiene una carga simbólica muy fuerte. Es la historia de un pueblo que se organiza, que resiste, que se enfrenta a enemigos que manipulan desde las sombras. Oesterheld no era neutral, y la dictadura militar lo hizo desaparecer por eso. Así que no… no es solo una serie de acción.

En estos días se armó una discusión tremenda: algunos la celebran como una reivindicación de la memoria y la lucha colectiva, inclusive del peronismo; otros se quejan de que tiene “bajada de línea” o que se la “politizó”. Pero la verdad es que El Eternauta ya venía politizado de fábrica. No es que Bruno Stagnaro-su director- lo volvió ideológico: es que el país en el que fue escrito ya era una distopía de alto contenido político.

Y como si faltaran condimentos, apareció esa gigantografía en el Obelisco, el Eternauta tapando el símbolo más icónico del país. Algunos lo vieron como marketing, otros como provocación, otros como un acto de justicia simbólica. Lo cierto es que El Eternauta volvió a instalarse, no solo como serie, sino como pregunta: ¿quiénes somos cuando cae la nevada? ¿Qué hacemos frente al miedo, frente a los "Ellos"?

Lo que esta serie logró, más allá del debate, es recuperar una narrativa potente, visual y emocional. Puso a miles de pibes a preguntarse quién fue Oesterheld, qué pasó en los 70, por qué una historieta puede doler. Y eso es arte también. No porque tenga respuestas, sino porque incomoda, porque abre conversaciones.

El Eternauta, no es solo una buena serie. Es un fenómeno cultural, político y artístico. Es un espejo de lo que fuimos, lo que somos, y —tal vez— lo que podríamos ser. Y mientras discutimos si está bien hecha, si exagera, si respeta el guion original... El Eternauta ya logró lo más difícil: que hablemos. Que pensemos. Que no nos dé lo mismo.

Y mientras la nieve cae en esta Buenos Aires imaginaria —pero tan real como sus dolores— nos queda esa pregunta que atraviesa toda la obra: ¿cómo seguir cuando todo se desarma? 

viernes, 2 de mayo de 2025

1° DE MAYO / DÍA DEL TRABAJADOR EN ZÁRATE & CAMPANA

 


Compartimos referencia de las experiencias producidas durante el Día del Trabajador en Zárate y Campana.

 

ENCUENTRO EN ZÁRATE. LA PRESENCIA DE MARIO MATTITELLI.

PALABRAS ALUSIVAS EN EL MONUMENTO A ALFREDO PALACIOS.

Un grato momento en el que nos encontramos entre varios compañeros y compañeras para recibir a Mario Mazzitelli, dirigente socialista, pensador y ensayista. Oriundo de la zona Oeste de la Provincia de Buenos Aires.

Junto con diversos compañeros, desde EL CIUDADANO, nos dimos cita en la esquina de las calles Justa Lima y Belgrano sobre el Monumento a Alfredo Palacios. Dando la bienvenida a Mario, tuvimos el inmenso orgullo de contar con la presencia de Nestor Manca, referente local del radicalismo. Miguel Perna, testigo en juicios por delitos de lesa humanidad en diferentes causas en nuestra comunidad. Juan Ferraris, referente de la Confederación Socialista en la región y Luis Sellán, compañero nuestro, periodista, docente y miembro del Foro Argentino por la Nueva Democracia.

Dándonos cita en ese instante tuvimos el grato honor de contar con las palabras alusivas de Mario Mazzitelli acerca de la relevancia en la obra y la vida de Alfredo Palacios como dirigente y primer diputado socialista de América Latina electo en 1904. Entre los presentes, junto a Mario se conversó sobre la importancia del Derecho Social y Laboral, la Ley de Descanso Domincal, la Ley de Riesgos de Trabajos, diversos ensayos y aportes sobre la Fatiga Laboral en el mundo fabril, sobre los hombres y mujeres que transitaron los inicios del Movimiento Obrero Argentino y las diversas corrientes de Socialismo en la Historia del País y de la Sociedad Argentina.

 


 CONVERSATORIO Y MATEADA EN CAMPANA.

Finalizado el primer encuentro en Zárate, los presentes se dirigieron a Campana, para encontrarse en la sede del Ateneo Manuel Bessasso (Biblioteca Jean Jaurés), donde dio inicio el Conversatorio y Mateada con Mario Mazzitelli, acerca del contexto social y económico de los últimos 50 años en nuestro país. A fin de elaborar miradas comunes bajo un análisis del Modelo Económico del Capital Financiero en el Mundo, la emergencia geopolítica de China, como forma de gobierno SOCIALISTA y el Bloque Regional de los BRICS como Unidad Económica en disputa con el Mundo de la Anglósfera, la OTAN y las potencias económicas occidentales.

Diversos aportes y referencias surgieron para elaborar conclusiones comunes sobre éste y otros temas, refiriendo la obra de Mazzitelli, en términos políticos y bibliográficos en nuestro País. Su visita por otros países del continente y sus experiencias de construcción política frente al Neoliberalismo de la Década de los Años 90s.

La Dimensión Programática de la discusión política actual atravesó todos los diálogos producidos entre los interlocutores, siendo de suma importancia el valor del DIÁLOGO, LA PALABRA, LA ESCUCHA, EL ENCUENTRO Y EL MATE. Como alternativa actual en la recomposición de los vínculos sociales en nuestra Comunidad y en la Nación.

La Jornada también contó con una importante muestra sobre el Movimiento Obrero y el Ámbito de la Militancia del Socialismo en Campana durante el Siglo XX en Campana y en la región. Las fotografías y documentación fueron aportadas por vecinos y miembros del Ateneo y Biblioteca de la localidad.


















Desde todos los espacios y actores sociales que organizamos la presente; nuestro inmenso agradecimiento a Mario Mazzitelli y su equipo, familias Manca, De Lisy, Gulfo y Ferraris de nuestras comunidades. En la región  Zárate-Campana

¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!


EL CIUDADANO / PERIODISMO Z / CENTRO MANUEL BESSASSO (CAMPANA) / BIBLIOTECA JEAN JAURÉS (CAMPANA)