domingo, 5 de enero de 2025

Movimiento Obrero, Reforma Laboral y el joven Antonio Rodríguez Otero.

         


El tiempo transcurre y van sucediendo varias cosas en nuestro país y en el mundo. Entre tantas de ellas, desde EL CIUDADANO nos enteramos de las iniciativa de reforma laboral por parte del gobierno actual.  En el marco de cómo se deben organizar las relaciones laborales entre trabajadores y empresarios en nuestro país, se retoman ideas y figuras previas a todos los derechos consagrados por parte del ámbito trabajador en los últimos setenta años. Entre los principales puntos propuestos se encuentran:


-La implementación de la jornada de 12 horas de trabajo.

-La implementación de los Tickets Canasta (derogados por ley en nuestro país, luego de la crisis de 2001-2002).

-La posibilidad de que los sueldos se liquiden mediante   billetera digital, por pedido del empresario Marcos Galperin.

-La movilidad arbitraria del período de otorgamiento de vacaciones por afuera de los convenios y las leyes vigentes.

El proyecto en cuestión ha sido presentado con la firma de quince diputados del Bloque de La Libertad Avanza. No sólo se entiende esto a partir de la iniciativa de dichos legisladores, sino también a través de la presencia del abogado Julio Cordero (miembro orgánico de la Unión Industrial Argentina) a cargo de la cartera de la Secretaría Nacional del Trabajo en el actual gobierno. Cordero viene de integrar también el ámbito legal-administrativo de la empresa Techint, liderada por Paolo Rocca.

Estos actores y sectores sociales que integran el actual gobierno en diferentes áreas del Estado que deberían regular con justicia el mundo del trabajo y los derechos de la población (tanto en su figura social como de particulares), escrutan la idea de garantizar legislaciones que nos retrotraigan a las desigualdades existentes en nuestro país antes de 1945, antes de 1916 y antes de todos los primeros convenios obtenidos por el movimiento obrero argentino en sus derechos.

 


El recuerdo de Antonio Rodríguez Otero en el Cementerio de Campana.

Entre tantas malas noticias nos enteramos también de cosas buenas y de otros proyectos. En este caso, la confirmación del curso favorable en el Concejo Deliberante de Campana al proyecto que propone declarar Monumento Histórico local a la tumba del dirigente obrero Antonio Rodríguez Otero asesinado en 1916, en esta localidad.

El proyecto, fue elaborado por concejales del bloque UxP de Campana comprometidos a partir de la existencia de diversos trabajos de investigación que contribuyeron a recuperar la figura de Rodríguez Otero y el movimiento obrero en Campana.

Antonio, nacido en 1890 en Ganceiros, en la Provincia de Orense –España-, llegó a la Ciudad de Campana a la edad de 16 años; había partido del puerto de Vigo, en el buque de nombre "Orania". Su destino no sería algo desapercibido en la comunidad local. Sobre todo por el convulsionado escenario social en las fábricas de la región, desde fines de la década de 1880. Como epicentro económico y ciudad reflejo de la 2da Revolución Industrial, Campana concentraba para principios del Siglo XX una inmensa cantidad de población obrera, inmigrante y calificada –tanto en la técnica, como en la formación sindical-.

La Argentina agroexportadora, entonces conducida políticamente por una oligarquía criolla (articulada en sus intereses con el programa británico de la división internacional del trabajo), resultaba un escenario social destinatario para los primeros conflictos obreros. Esta localidad, como ciudad litoral en el Norte Bonaerense, ilustraba la situación: el Frigorífico Británico River Plate, los Talleres Ferroviarios, el Puerto, fábricas de licores y la Refinería.



Arriba: Imagen de manifestación obrera en Campana, en las calles Real -hoy Av. Rocca- y 25 de Mayo. (Foto: Juan Cruz Fernández). La foto es del 1ro. de Mayo de 1921. 

Con este bagaje, a fines del año 2024, junto al profesor de Historia de Campana, Andrés Suardini en una de sus presentaciones en el Sindicato de Obreros Marítimos, con la colaboración de gremios, docentes, estudiantes e investigadores locales, se expusieron los primeros precedentes y recorridos del quehacer del programa del movimiento obrero en la historia local de Campana:

Las primeras huelgas ferroviarias de 1888 y 1896, la huelga portuaria de 1902 y finalmente la huelga de la refinería alemana Itaca en Campana, con la consecuente represión por parte de la policía de la localidad en 1916.

Este era el cuadro de la situación, cuando Antonio Rodríguez Otero transcurría los primeros años de su juventud en la comunidad: explotación, control económico colonial británico, pobreza, trabajo infantil. Factores constantes como consecuencia de un capitalismo excluyente, garantizado por las fuerzas políticas de la oligarquía local y nacional.

La Federación Obrera Local, a ese momento formaba parte de las herramientas de representación de la clase trabajadora local, reuniendo en su programa las principales demandas de ese momento: cumplimiento y sanción de las 8 horas de trabajo, supresión del trabajo infantil, descanso dominical y reconocimiento de la representación obrera a través de los sindicatos y gremios conformados en la Federación.


    Imagen de la Federación Obrera Local de Campana a principios del Siglo XX 
(Foto: Juan Cruz Fernández).


Hasta ese momento, el Anarquismo, el Sindicalismo Revolucionario y El Socialismo, son las formas políticas y organizativas que reúnen una alternativa contestataria y superadora ante el régimen liberal-oligárquico. Siendo la huelga y las medidas de fuerza en fábricas y talleres los instrumentos para poner limites a la explotación, el abuso y el autoritarismo de los grupos de poder por sobre el campo trabajador.

Durante la siesta del 16 de Enero de 1916, a las 15:30hs. cae de un disparo de bala de la policía local, el cuerpo  de Antonio. Este momento quedó registrado en el Acta de Defunción labrada en Campana por el médico Alejandro Kuperman. Antonio tenía 26 años de edad. Su violenta y trágica partida de este mundo nos deja un mensaje de lucha por las libertades que el pueblo debió conquistar en las siguientes décadas.

                                 (Partida de Defunción de Antonio Rodríguez Otero).

El encargado del procedimiento policial fue el comisario Luis María Doyhenard, entonces jefe de la policía de la Provincia de BUenos Aires. Encomendado por el gobierno de Marcelino Ugarte para la represión del conflicto local (la cual no excluía el asesinato de los dirigentes obreros, como vemos). El intendente de la Ciudad en ese momento era Luis Jacob. El círculo social y político del poder se cerraba: el aniquilamiento de un joven militante obrero, y la impunidad y continuismo del modelo liberal y autoritario.

El pensamiento de Antonio, su participación y probablemente su adhesión al Consejo local de la Federación,  dejan la magnitud de un proyecto político cimentado en la Asamblea, la Huelga y el No Consentimiento Activo frente a la república conservadora liberal: El Socialismo Libertario. Tácitamente diferenciado del radicalismo y el socialismo, el anarquismo planteaba otras formas de organizar la producción y el trabajo. En la cual trabajadores -tanto mujeres como hombres-, participaran directamente de la administración de los frutos de su trabajo, del rumbo político de las fábricas y de sus decisiones centrales en la economía. 

Sin necesidad de capitales financieros y empresarios ambiciosos altamente interesados en la renta y la ganancia y no en la remuneración de los trabajadores. Tampoco veían la necesidad de sostener la forma social del estado a cargo de burócratas y políticos que permanentemente garantizaban el régimen de explotación y control por parte del gran capital en la economía.  

Teóricos, políticos y pensadores europeos como Marx, Bakunin, Proudhon, Fourier, Federico Engels irrumpían en la argumentación narrativa de la política criolla. La presencia de dirigentes como Pietro Gori y Errico Malatesta comenzaron a desplazar la magnitud y los discursos de los caudillos y dirigentes radicales, conservadores y autonomistas. El país comenzó a cambiar. Pocos meses después, Hipólito Yrigoyen vencerá en las elecciones presidenciales en representación del radicalismo cerrando una parte de este ciclo conservador.


 El Comisario a cargo del procedimiento policial en Enero de 1916: Luis María Doyenhard. Como Jefe de Policía de la Provincia, se hizo presente en Campana, siendo responsable de los hechos denunciados en torno al asesinato de Antonio. (Foto: Andres Suardini).


La representación obrera de Campana también tuvo importante gravitación a partir de la histórica biblioteca Jean Jaurés ("Casa del Pueblo") ubicada entonces en su actual sede en calle San Martín. Liderada en forma incipiente por los dirigentes locales Manuel Besasso y Luis Becerra, quienes en décadas subsiguientes lograrán ocupar bancas legislativas nacionales y locales llevando adelante su programa parlamentario en defensa de estos derechos sociales.


Desde EL CIUDADANO nos llena de gran sosiego la posibilidad que este proyecto tenga curso en el ámbito legislativo de Campana, como lugar de representación. A fin de hacer visible la pluralidad de actores de voces en la construcción de la historia política de la región. Integrar estos símbolos y lugares de referencia resultan necesarios para poner en valor la Memoria Social del ámbito trabajador y de la sociedad civil.


Arriba: La Tumba de Antonio Rodríguez Otero en el Cementerio de Campana, en el Área 4 A. Al pie en su base lleva un epígrafe labrado por la Federación Obrera Local, denunciando el crimen. Se propone la conservación y mejora del sitio, atento la antiguedad y valor del mismo. 
(Foto: Juan Cruz Fernández).


EL PROYECTO LEGISLATIVO.

Compartimos aquí el texto original del proyecto legislativo presentado en el Concejo Deliberante local. Proponiendo la recuperación y conservación del lugar de referencia en el Cementerio de Campana. A saber:


 VISTO

                        La tumba de Antonio Rodríguez Otero de nuestra necrópolis municipal      

                                   

CONSIDERANDO

                        Que, Antonio Rodríguez Otero nació en el año 1890 en Ganceiros, provincia de Orense, España. Llega a nuestra ciudad a la edad de 16 años

                        Que, participa activamente de las huelgas producidas en la refinería Itaca de nuestra ciudad

                        Que, producto de la represión policial desatada en la madrugada del 16 de Enero de 1916 es asesinado por un disparo, como consta en su acta de defunción firmada por el Dr. Alejandro Kuperman. Tenía apenas 26 años.

                        Que, de esta forma Antonio Rodríguez Otero se constituye como el primer trabajador asesinado por represión en el marco de las luchas obreras en nuestra ciudad, que solicitaban descanso dominical, jornadas de ocho horas, salarios dignos y mínimas condiciones de trabajo, entre otras reivindicaciones que al día de hoy están normalizadas pero que, como la misma historia nos deja ver, fueron conquistas que llevaron sangre y fuego.

                        Que, el asesinato de Rodríguez Otero toma relevancia como un caso que trasciende lo local y fue noticia en medios nacionales de la época, siendo documentado en sendos libros y folletos de la historia del Movimiento Obrero Argentino

                        Que, es un claro ejemplo de eso que suena y resuena en el relato de cómo se construyó nuestra argentinidad, con la llegada de inmigrantes que vinieron a hacer de esta patria una patria grande y, por ende, también a nuestra ciudad, con luchas, con conquistas de derechos, pagando con la propia vida de muchos de ellos y ellas

                        Que, la tumba de Antonio Rodríguez Otero se encuentra en el sector 4to A de nuestra necrópolis municipal

                        Que, la misma se encuentra en un pobre estado de conservación

                        Que, entendemos es importante proteger nuestro patrimonio material histórico, realizando ejercicios y acciones que hagan de nuestra memoria un refugio colectivo de nuestra identidad

                        Que, para que sea un ejercicio de memoria colectiva completo, hay que contar toda la historia, evitando que personajes vitales a la conformación de nuestra identidad campanense caigan en el olvido

                        Que, citando a un historiador local, el cementerio puede y debe ser tomado como un museo a cielo abierto

                       

POR ELLO

EL BLOQUE DE CONCEJALES Y CONCEJALAS DE UNION POR LA PATRIA/PJ SOLICITA A ESTE HONORABLE CUERPO, APRUEBE EL SIGUIENTE PROYECTO DE

 

ORDENANZA

 

ARTICULO 1: Declárese Monumento Histórico Municipal la tumba de Antonio Rodríguez Otero, ubicada en la necrópolis municipal en el sector 4to A.

ARTICULO 2: Realícense todas las obras y adecuaciones materiales necesarias para garantizar su conservación e identificación

ARTICULO 3: Descríbase su historia y los distintos sucesos sobresalientes de su vida mediante un código QR que se ubicará en la propia sepultura

ARTICULO 4: Autorícese al Departamento Ejecutivo a realizar las adecuaciones presupuestarias correspondientes para dar cumplimiento a lo normado en la presente

 

FUENTES Y REFERENCIAS:

-Fotos e Imágenes: Juan Cruz Fernández.

- Suardini, Andrés; Fernández, Juan Cruz. (2022). Breves Reseñas de Campana. Tomo I. (Desde el Siglo XIX hasta la Década del 30). Ed. MaxBrod.

-Concejo Deliberante de Campana. Bloque UxP. Concejal Alejo Sarna.


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